martes, 10 de septiembre de 2013

Patrick Leigh Fermor. Artemis Cooper

Hasta hace muy poco tiempo no tenía la más mínima idea de quién era Paddy Leigh Fermor. Algunas breves referencias de Enric González ante la pregunta de quienes eran sus escritores de viajes favoritos. Ni siquiera con la visión de  los artículos de Jacinto Antón en El País, los cuales no han pasado a ser una necesidad imperiosa desde hace poco más de un año, había prestado demasiada atención.  Primer error.

El primer interés real fortuitamente resultó  un tanto macabro. Leyendo la excelsa biografía sobre Bruce Chatwin escrita por Nicholas Shakespeare en los pasajes que se refieren al encuentro de éste con Leigh Fermor hice lo que se ha tornado en un proceso quasi obligatorio en casi todas mis lecturas, consultar en Internet nombres, lugares y pasajes explicados en las mismas. Cuando realicé aquella consulta, once de junio del dos mil once, me encontré con lamaravillosa necrológica de Jacinto Antón en honor a Patrick Leigh Fermor en eldiario El País. Aún así tardé casi un año en comprar, y otro más en leer, primero empezándolo y dejándolo para más tarde leer de un tirón la maravillosa edición de RBA de El tiempo de los regalos y Entre los bosques y el agua.  Segundo error.

Hace veinte minutos he acabado la biografía de Leigh Fermor escrita por Artemis Cooper. He vuelto a llorar, como cuando estaba en las últimas páginas de la de Chatwin. La mezcla de alegría y tristeza es desconcertante. Se mezclan la pena de lo inevitable de una vida, la muerte, con el recorrido de una vida a la que muchos soñamos, aunque ya tengamos una edad, vivir en toda su magnitud. Desde el joven caminando por una Europa que no volverá jamás al personaje heroico en el contexto en el que salen a relucir lo mejor y lo peor de las personas, la guerra. Pasando por el Bon Vivant e incurable seductor, al escritor angustiado por su enésimo aplazamiento en la fecha de entrega del manuscrito acordado con su editor, hasta el anciano triste por la pérdida de sus amigos.

Varias cosas respecto a la biografía. Primero no leerla si antes no se han leído El tiempo de los regalos y Entre los bosques y el agua (cuando se leen los tres libros se entiende el porqué). Segundo, decir que es soberbia, por como está escrita, aunque sea una traducción, y porque el personaje es maravilloso. Por último, este inmenso libro contradice y reafirma mis dos frases preferidas. Contradice “… el paso del tiempo y sus asquerosos delitos me han vuelto a entristecer”. El tiempo “fermoniano” es imposible que pueda entristecer en sí mismo, como mucho su ausencia. Y reafirma “no hay nada más subversivo que la búsqueda del conocimiento”. La vida de Paddy consistió básicamente en ello.

0 comentarios:

Publicar un comentario