Hasta hace muy poco tiempo no tenía la más mínima
idea de quién era Paddy Leigh Fermor. Algunas breves referencias de Enric
González ante la pregunta de quienes eran sus escritores de viajes favoritos.
Ni siquiera con la visión de los
artículos de Jacinto Antón en El País, los cuales no han pasado a ser una
necesidad imperiosa desde hace poco más de un año, había prestado demasiada
atención. Primer error.
El primer interés real fortuitamente resultó un tanto macabro. Leyendo la excelsa
biografía sobre Bruce Chatwin escrita por Nicholas Shakespeare en los pasajes
que se refieren al encuentro de éste con Leigh Fermor hice lo que se ha tornado
en un proceso quasi obligatorio en casi todas mis lecturas, consultar en
Internet nombres, lugares y pasajes explicados en las mismas. Cuando realicé
aquella consulta, once de junio del dos mil once, me encontré con lamaravillosa necrológica de Jacinto Antón en honor a Patrick Leigh Fermor en eldiario El País. Aún así tardé casi un año en comprar, y otro más en leer,
primero empezándolo y dejándolo para más tarde leer de un tirón la maravillosa
edición de RBA de El tiempo de los regalos y Entre los bosques y el agua. Segundo error.
Hace veinte minutos he acabado la biografía de Leigh
Fermor escrita por Artemis Cooper. He vuelto a llorar, como cuando estaba en
las últimas páginas de la de Chatwin. La
mezcla de alegría y tristeza es desconcertante. Se mezclan la pena de lo
inevitable de una vida, la muerte, con el recorrido de una vida a la que muchos
soñamos, aunque ya tengamos una edad, vivir en toda su magnitud. Desde el joven
caminando por una Europa que no volverá jamás al personaje heroico en el
contexto en el que salen a relucir lo mejor y lo peor de las personas, la guerra. Pasando
por el Bon Vivant e incurable seductor, al escritor angustiado por su enésimo
aplazamiento en la fecha de entrega del manuscrito acordado con su editor,
hasta el anciano triste por la pérdida de sus amigos.
Varias cosas respecto a la biografía. Primero
no leerla si antes no se han leído El tiempo de los regalos y Entre los bosques
y el agua (cuando se leen los tres libros se entiende el porqué). Segundo,
decir que es soberbia, por como está escrita, aunque sea una traducción, y
porque el personaje es maravilloso. Por último, este inmenso libro contradice y
reafirma mis dos frases preferidas. Contradice “… el paso del tiempo y sus
asquerosos delitos me han vuelto a entristecer”. El tiempo “fermoniano” es
imposible que pueda entristecer en sí mismo, como mucho su ausencia. Y reafirma
“no hay nada más subversivo que la búsqueda del conocimiento”. La vida de Paddy
consistió básicamente en ello.
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